DETECTIVES PSÍQUICOS

Los serial killers son uno de los mayores retos para la investigación criminal. La falta de pistas, móvil, contactos previos entre víctima y homicida, etc., dificultan muchísimo su investigación. Y, ante esa falta de indicios con los que proseguir la investigación, lógicamente resulta más razonable seguir cualquier tipo de posible pista —aunque sea psíquica— antes que cerrar el caso. 

Desde esa perspectiva considero absolutamente lícito que un policía acuda a un sensitivo. Nunca desatendiendo otras pistas, sino ante la falta de las mismas. Y en los últimos años no han sido pocos los videntes que se han visto involucrados, con mayor o menor fortuna, en la persecución de asesinos en serie. 

Baste decir que el mismísimo agente especial del FBI coronel Robert Ressler, director de la Unidad de Ciencias de la Conducta del FBI hasta 1990 y el mayor experto mundial en los asesinos en serie, no dudó en acudir a videntes en alguna ocasión. Más aún, tal y como me relató personalmente, durante años Ressler invitó a visitar las instalaciones centrales del FBI a importantes criminólogos, psiquiatras, policías, etc., que impartieron conferencias sobre distintos campos de utilidad policial a los agentes residentes del FBI. 

Pues bien, una de las conferenciantes invitada por Ressler fue la vidente Noreen Renier. Según afirma Ressler: 

«Me había sido muy recomendada y previamente había trabajado en algunos casos con policías locales, ayudando a localizar cuerpos muertos y proporcionando claves similares. Mi superior me advirtió de que tenía que decirles a nuestros estudiantes que estábamos sólo presentando a Renier como una conferenciante de interés, no recomendándola a los cuerpos de seguridad o sugiriendo que creíamos en lo que hacía. La mujer llegó a Quantico a comienzos de 1981 y en su conferencia nos dijo que ella no podía controlar sus poderes, que a veces daba en el blanco y a veces no. Delante de un grupo de policías, aquel día, Renier predijo que tendría lugar un intento de asesinato del presidente Reagan antes de que terminara el mes. Dijo que el presidente recibiría un disparo en la parte izquierda del pecho, que no moriría, que se recuperaría, obtendría grandes muestras de simpatía y que su carrera seguiría con otros asuntos más importantes.» 

Resulta increíble, pero lo cierto es que, a los pocos días de esa visita a la sede del FBI, la profecía realizada por Noreen Renier ante numerosos agentes federales se cumplió exactamente. A nadie le extrañará por tanto que tras ese éxito tan espectacular la vidente volviese a ser invitada a Quantico después del atentado contra Reagan. Sin embargo, en esta ocasión, sus visiones no fueron tan precisas. Me remito a lo que afirma el mismo Robert Ressler: 

«Después del atentado contra Reagan le pedí a la vidente que hiciera una segunda visita a Quantico y en esta ocasión predijo que el presidente moriría asesinado en un atentado en noviembre a manos de hombres vestidos con uniformes extranjeros que manejaban ametralladoras. Esta vez hablé al servicio secreto de sus predicciones, que inicialmente había considerado sólo una absurda suposición. La mujer estuvo a la vez acertada y equivocada sobre el asesinato de noviembre: fue el presidente de Egipto, Sadat, el que murió en octubre, no noviembre, a manos de hombres con uniformes extranjeros armados con ametralladoras.»

«En otra ocasión ayudó a localizar un avión que contenía el cuerpo de un pariente de un agente del FBI. La vidente predijo también algo de mi propia vida. Varios días antes de que saliera para un viaje que tenía previsto de seis semanas a Alemania me dijo que tendría que regresar al poco tiempo, por algo que tenía que ver con una mujer de pelo moreno. Tres días después de aterrizar en Alemania me llamaron de Estados Unidos porque mi mujer, que tenía el pelo moreno, había sufrido un terrible accidente de automóvil.» 

Ante los éxitos parapsicológicos que el agente especial Ressler reconoce en la vidente no debe de extrañarnos que Noreen Renier fuese reclamada para colaborar con el equipo de Ressler alguna vez, aunque sin resultados espectaculares. Además, la noticia de que una psíquica estaba colaborando con el FBI se filtró a la prensa y sus superiores prohibieron a Ressler que, por el bien de su imagen pública, Renier volviese a ser invitada a Quantico. 

Sin embargo, la CIA seguía muy atentamente los coqueteos del FBI con videntes... algunos de los cuales estaban en la nómina de la compañía. Pero no quiero adelantar acontecimientos. 

Naturalmente, los perfiladores del FBI no han sido los únicos investigadores de serial killers que han acudido a psíquicos para resolver casos. En algunas ocasiones el vidente ha atinado más incluso que el perfil psicológico determinado por los más eruditos especialistas de la Unidad de Ciencias del Comportamiento del FBI. Y como muestra un botón. Nella Jones fue una de las cientos de videntes que se ofreció a aportar datos a la policía para intentar atrapar al Destripador de Yorkshire, que operó en el norte de Inglaterra entre 1975 y 198o y asesinó brutalmente a 13 personas. 

Envalentonado tras algunos crímenes impunes y regocijándose en el terror en que había sumido a su comunidad, el Destripador comenzó a provocar a la policía enviando cartas e incluso una grabación magnetofónica al inspector jefe George Olfield, coordinador de los agentes adscritos al caso. O al menos las había enviado alguien que se identificaba como el autor de los crímenes. Reproduzco a continuación la transcripción literal de la cinta magnetofónica, supuestamente grabada por el Destripador de Yorkshire y recibida por el jefe de policía: 

«Soy Jack. Veo que aún no han tenido ustedes la suerte de cogerme. Siento el mayor respeto por usted, George, pero no está usted más cerca de cogerme ahora que hace cuatro años, cuando empecé. Supongo que sus muchachos le están fallando, George. No es usted muy bueno, ¿verdad? La única vez que casi me pillaron fue hace unos meses, en Chapeltown, cuando me interrumpieron. Incluso entonces, fue un poli de uniforme, no un detective. Ya le advertí en marzo que volvería a golpear... pero no pude conseguirlo. No estoy completamente seguro de cuándo.

Nota:

Durante esos cinco años el terror reinó en todo el país. La brutalidad de los crímenes recordaba al legendario Jack el Destripador, de ahí el sobrenombre del asesino de Yorkshire. En realidad, la primera víctima del Destripador fue una prostituta de Saint Paul's Road, asesinada en septiembre de 1969, pero eso no se averiguaría hasta mucho después. El terror de Yorkshire comenzó seis años más tarde, exactamente el 4 de julio de 1975, cuando Arma Rogulskij fue brutalmente agredida en Keighely. Alguien le hundió la cabeza con un martillo. Sobrevivió milagrosamente al ataque. El 29 de octubre se producía la primera, en realidad segunda, víctima mortal del Destripador de Yorkshire, Wilma McCann, una prostituta a la que destrozó la cabeza y asestó catorce puñaladas. A partir de ahí se inició una serie de asesinatos que superó la docena de víctimas. 

Manuel Carballal