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El Último libro de Manuel Carballal ¡¡YA A LA VENTA!!
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M. Carballal: “El investigador es escéptico o no es”
Manuel Carballal estudió teología y criminología para especializarse en la criminalidad asociada a las creencias religiosas. Vicepresidente del Centro de Investigación y Análisis de la Criminalidad (CIAC) presentó el espacio de sucesos “Caso Abierto” en Antena3, y asesoró varios capítulos de la serie “Policías” de dicha cadena. Colaborador de revistas como “Guardia Civil”, “Policia”, etc. Es el responsable de la detención y el cierre de las consultas de muchos videntes, curanderos, mediums fraudulentos, etc.
Desde hace 12 años es el principal responsable de la única publicación española sobre fraudes y estafas paranormales, sectas, crímenes rituales, etc: “El Ojo Crítico”. En su ultimo libro “El Secreto de los Dioses” (Martinez Roca, 2005) se pregunta ¿Qué ocurriría si aplicásemos la criminalística o las técnicas de investigación criminal a los misterios de las grandes religiones? Y lo descubre…
Un escéptico en el reino del misterio
-Teólogo, criminólogo, escritor, ilusionista, investigador de sucesos paranormales... Es usted muy polifacético y, a veces, parece perseguido por las polémicas. O ¿es usted, quizá, quien las genera? Algunas personas se preguntan quién es de verdad Manuel Carballal...
Nadie especial. Un atormentado buscador de la Verdad, como todos, supongo. Pero es cierto que esa búsqueda, en mi caso, es lo mas importante, quizás por eso a veces asumo algunos riesgos que generan ciertas polémicas. Pero mi objetivo es lo que hay mas allá de las mismas. La polémica normalmente solo te hace perder tiempo y energía.
-Le he oído comentar que su libro ha levantado recelos aun antes de haber salido publicado. ¿Es eso cierto?
Es lógico. Mi libro anterior (“Los expedientes secretos. El CESID, el control de las creencias y los fenómenos inexplicados”, Planeta, 2001) también las levantó. Quizás porque me ocupo de los aspectos menos amables y mas olvidados del mundo del misterio. En “Los expedientes secretos” desvelaba como los servicios secretos, CNI incluido, utilizan el mundo paranormal y nuestras creencias para manipularnos. Ahora intento aplicar todo lo que aprendí conviviendo 5 años con funcionarios de los servicios de información aplicándolo a los misterios del pasado. Y dichos misterios dejan de serlo. Supongo que eso puede incomodar a algunos colegas que necesitan mantener dichos misterios. Yo prefiero saber la verdad.
-Le he oído comentar que su libro ha levantado recelos aun antes de haber salido publicado. ¿Es eso cierto?
Es lógico. Mi libro anterior (“Los expedientes secretos. El CESID, el control de las creencias y los fenómenos inexplicados”, Planeta, 2001) también las levantó. Quizás porque me ocupo de los aspectos menos amables y mas olvidados del mundo del misterio. En “Los expedientes secretos” desvelaba como los servicios secretos, CNI incluido, utilizan el mundo paranormal y nuestras creencias para manipularnos. Ahora intento aplicar todo lo que aprendí conviviendo 5 años con funcionarios de los servicios de información aplicándolo a los misterios del pasado. Y dichos misterios dejan de serlo. Supongo que eso puede incomodar a algunos colegas que necesitan mantener dichos misterios. Yo prefiero saber la verdad.
-Su último libro puede ser definido como “desmitificador”. ¿Cree que todo está explicado o queda algún enigma por desvelar?
Cada día la ciencia nos da nuevas herramientas para saber mas del misterio, pero aun nos queda mucho por averiguar. En el mundo de la criminalística, por ejemplo, las nuevas técnicas de identificación, como el ADN, han dejado atrás a los viejos lofogramas dactilares. Por eso ahora pueden reabrirse casos antiguos de crímenes sin resolver, y encontrar al culpable de sucesos cometidos hace décadas. En el mundo del misterio ocurre lo mismo. La fotografía por satélite, la termología, los rayos X, etc, aplicados a la arqueología, a la paleontología, harán que cada vez haya menos misterios, y por tanto estemos mas cerca de la verdad. Ahora solo hay que decidir si estamos dispuestos.
-Ha dado la vuelta al mundo en busca del misterio. ¿Qué es lo que esperaba encontrar?
A Dios, o a los dioses. Una prueba objetiva, irrefutable, que pudiese mostrar al resto del mundo, de que no estamos solos en el universo, de que existe vida después de la muerte, de que lo sobrenatural es real. Algo que fuese más allá de las creencias, y probase la realidad extraterrestre.
-¿Y qué es lo que ha encontrado?
La realidad de los terrestres extra. No sólo porque los misioneros han sido mi hilo conductor en esta vuelta al mundo. Al fin y al cabo misioneros, como Livingstone fueron los primeros arqueólogos, viajeros y exploradores de la historia. Sino porque he podido convivir con nómadas en los desiertos del Sahara o el Gobi, o en la estepa siberiana; he podido ver como los beduinos todavía utilizan las mismas tecnologías que usaron los constructores de las pirámides; como los bokor haitianos son los químicos mas brillantes; como los campesinos incas poseen aún los mismos conocimientos que los constructores de Machu Pichu. Con ellos he descubierto que los “terrestres extra” son mucho más interesantes y asombrosos que los extraterrestres.
-Uno de sus destinos favoritos ha sido Egipto, que ha sido definido por muchos como el “país más misterioso del mundo”. ¿Es eso verdad o existen tópicos que por muy repetidos parecen haberse convertido en grandes “verdades”?
Egipto, ocupa casi 100 paginas del libro. Igual que India. Uno de los países de mi viaje tan o mas misterioso que Egipto, como Perú. Lo único que tiene Egipto es mas publicidad, no mas misterios. Las pirámides incas o los templos vimana de India, poco tienen que envidiar a las egipcias. Lo interesante de Egipto no esta sólo en las márgenes del Nilo, que yo remonte conviviendo con los pescadores, no en el crucero de lujo, y con ellos comprendí por fin el origen de los dioses egipcios. Pero en la ruta de los oasis, que recomiendo a los viajeros mas tenaces, aún existen artesanos que utilizan las mismas herramientas y tecnologías que usaron los constructores de las pirámides. Y es increíble verles taladrar la piedra o arrancar agua al desierto… Igual que verles hacer magia. EL papiro Westcar es el primer documento en la historia del ilusionismo. Los primeros David Cooperfiel eran los sacerdotes del faraón Keops, como el asombroso Djedi y esto es una clave. Ademas, Egipto es una pieza importante en la arqueología bíblica, y no olvidemos que mi viaje empieza en el museo de arqueología sacra y en el museo etnológico vaticanos… La Santa Sede conocía el secreto de los dioses antes que yo.
-Siempre le ha atraído el lado oscuro de lo paranormal: la manipulación de las creencias, los crímenes esotéricos, etc. ¿Fue por eso por lo que se hizo criminólogo?
A mi lo que me interesa es la religión, por eso decidí estudiar teología, aunque no ordenarme. Y creo que han sido las creencias religiosas las que han condicionado (y aun lo hacen), la historia de la humanidad. Pero por desgracia, dentro de la historia de las creencias humanas hay muchos engaños, manipulaciones, asesinatos rituales, suicidios. Por eso decidí matricularme en criminología, creyendo que así entendería la mente de los que trafican con las creencias, que es el rincón mas intimo de las emociones humanas. Pero en ese momento no podía suponer que terminaría tan implicado en el mundo de la investigación criminal, mucho mas relacionada con las creencias humanas también, de lo que imaginamos.
-También se autodefine como un “detective del pasado”. ¿Es posible aplicar la criminología a los enigmas de las antiguas civilizaciones?
En realidad eso se le ocurrió a mi editora. Pero es cierto que puede aplicarse la criminalistica, y las técnicas de investigación criminal, a los misterios de cualquier tipo. Yo acabo de entregar al laboratorio de policía científica, por ejemplo, unas muestras que pude tomar en la quinta cámara de descarga de la Gran Pirámide de Keops, donde está la clave irrefutable de quien fue su constructor. En realidad tuve que colarme de madrugada en la pirámide, y al final me pillo la policía egipcia y me confiscaron todos los carretes, cintas, y hasta arrancaron de mi cuaderno los dibujos de los jeroglíficos que había copiado allí dentro, pero las pruebas químicas por suerte pude sacarlas y entregarlas al laboratorio de criminalística.
-¿Qué nuevos datos recoge su libro?
Bueno, creo que muchos. Está redactado como un diario de viaje, y recoge todos mis apuntes en Africa, Asia, América, etc. Y quienes me conocen saben que anoto hasta el último dato. Pero creo que, al margen de los consejos y trucos para viajero, lo mas interesante está, en mi opinión, en el radical cambio de enfoque sobre los misterios del pasado. Cuando empecé en estos temas, había misterios que me obsesionaban; el Tridente de Paracas, la Gran Pirámide, el astronauta de Fergana, el poder del vudú, los vimanas, los poderes de los yoguis, los lamas o los hechiceros africanos… Después de convivir con todos ellos, y de investigar esos y otros misterios, in situ, para mi ya han dejado de serlo. Y he creído que era justo compartirlo.
-¿Qué es lo más raro con lo que se ha encontrado?
Caray, es difícil mencionar solo una cosa. Me asombraron las técnicas de construcción de los bereberes, y me alucinaron las experiencias con drogas chamánicas que he vivido. Conocer a personajes como Castaneda o Gaspareto también me rompió muchos esquemas. Pero si te refieres a algo que yo haya encontrado, a algún descubrimiento, sin duda las gigantescas “ruedas de piedra” que descubrí en el lago Urreg, en la frontera de Siberia con Mongolia, y que no encontré reseñadas en ningún catalogo arqueológico. Me daría pudor creerme descubridor de ningún hallazgo arqueológico, pero me recorrí todo Mongolia consultando museos e instituciones arqueológicas en busca de alguna información sobre aquellas enormes figuras, que parecen solo visibles desde el aire. Y no encontré la respuesta a su origen y naturaleza, hasta que llegue a Perú.
-Estuvo en Haití, “la tierra de los zombies”. No queda más remedio que preguntarle si existen los “no-muertos”.
He estado varias veces en Haití, y si, existen los zombis y son exactamente eso, no-muertos. Resulta espeluznante cruzar el país, y ver como en muchos pueblos entierran a sus muertos en la puerta de casa, por temor a que sean zombificados. Algunos incluso mutilan los cadáveres, lo que demuestra el terror que imprime esa creencia en los haitianos. Los brujos (bokor) hicieron correr la superstición de que pueden fabricar zombis a través de maleficios. Es mentira. El secreto esta en sus increíbles conocimientos de química y en una formula secreta: el poudré. En el libro reproduzco incluso las actas de defunción y los informes judiciales que prueban que los zombis existen, pero no hay nada sobrenatural en ese proceso. Como en la mayoria de los increíbles conocimientos de los shamanes de todo el mundo.
-Hace años escribió un libro, en coautoría con Gabriel Carrión, titulado El síndrome del maligno. ¿Existe el diablo?
No he encontrado ninguna evidencia que demuestre su existencia. Es más. En Haití precisamente asistía a rituales de invocación al diablo fascinantes para cualquier estudioso de la antropología de la religión. Son los mismos rituales que aparecen descritos en los inquiridiones y grimorios de magia negra que los franceses llevaron a Haití junto con la masonería, ahora sincretizada en el vudú, y que solo pueden verse en este lugar. Pero precisamente después de uno de esos rituales, y de descubrir el fraude, me enfrente a una de las situaciones mas incómodas de mi viaje tras el secreto de los dioses. La única vez en mi vida que he tenido que utilizar la violencia para proteger mi vida y la de mi compañero de viaje, Miguel Blanco. Fue un momento verdaderamente peligroso y desagradable. Y lo peor es que, sin quererlo, quedó grabado.
-Una de sus investigaciones se ha centrado en las famosas “pistas de Nazca”, en Perú. Hay muchas teorías al respecto de su creación y, sobre todo, de la intencionalidad con la que fueron construidas. Usted estuvo allí... ¿Qué opina sobre este asunto?
Confieso que mi formación, como paracaidista, quizás vicia mi opinión. Y al principio compartí la opinión de Eduardo Erran, piloto de Aerocondor que descubrió muchas de las nuevas lineas, como la del “astronauta”. Paracaidista como yo, opinábamos que los enormes telares de paracas fueron realizados para construir enormes paraceiling. El análisis químico de esos telares demuestra que su grado de prensado permitiría que aislasen el aire para elevarse. Solo haría falta que se arrastrasen desde el suelo, aprovechando las térmicas, para elevar a un hipotético arquitecto que pudiese ver desde el cielo los dibujos. Ya Marco Polo en sus crónicas describe como los chinos utilizaban esta tecnología para volar. Pero después descubrimos las manchas de enormes hogueras en la llanura de Nazca. Y el aventurero Jim Woodman sugirió que aquellos telares podían ser utilizados para construir aerostatos. Una teoría es solo eso hasta que se demuestra. Y usando las telas de Paracas, la totora del Titicaca y el fuego de unas hogueras para calentar el aire, construyó un aerostato que, pura tecnología inca, voló sobre Nazca. Lo mismo que los vimana. El hombre puede volar desde hace muchos siglos, y no se necesitan tecnologías extraterrestres para ello. Deberíamos tener mas fe en el hombre.
Confieso que mi formación, como paracaidista, quizás vicia mi opinión. Y al principio compartí la opinión de Eduardo Erran, piloto de Aerocondor que descubrió muchas de las nuevas lineas, como la del “astronauta”. Paracaidista como yo, opinábamos que los enormes telares de paracas fueron realizados para construir enormes paraceiling. El análisis químico de esos telares demuestra que su grado de prensado permitiría que aislasen el aire para elevarse. Solo haría falta que se arrastrasen desde el suelo, aprovechando las térmicas, para elevar a un hipotético arquitecto que pudiese ver desde el cielo los dibujos. Ya Marco Polo en sus crónicas describe como los chinos utilizaban esta tecnología para volar. Pero después descubrimos las manchas de enormes hogueras en la llanura de Nazca. Y el aventurero Jim Woodman sugirió que aquellos telares podían ser utilizados para construir aerostatos. Una teoría es solo eso hasta que se demuestra. Y usando las telas de Paracas, la totora del Titicaca y el fuego de unas hogueras para calentar el aire, construyó un aerostato que, pura tecnología inca, voló sobre Nazca. Lo mismo que los vimana. El hombre puede volar desde hace muchos siglos, y no se necesitan tecnologías extraterrestres para ello. Deberíamos tener mas fe en el hombre.
-A lo largo de su libro, con cierta frecuencia menciona a La Providencia. ¿Quién es la Providencia? ¿Cree usted en algo?
No se que responder a eso. Hay situaciones, como cuando me pilló la policía egipcia por colarme de madrugada en la Gran Pirámide, o cierto incidente en Haití, o cuando perdimos el coche con la comida, mantas y tiendas de campaña en la estepa mongola… que podría haberlo pasado muy mal, pero parece que soy un tipo con suerte. No se si eso tiene alguna significación trascendente, supongo que seria muy pedante pretenderlo. Pero reconozco que existen algunas situaciones que describo en el libro, de las que he salido sin apenas más que unos cortes y magulladuras, que no puedo explicarme.
-Se autocalifica como una “espíritu escéptico”. ¿No ha protagonizado nunca una experiencia paranormal?
¿Acaso es incompatible una cosa con la otra?. Cometemos el terrible error de satanizar el termino escéptico, o ciencia, porque un grupo de fanáticos lo utilizan para arremeter contra todo lo que suene a paranormal, y no es justo. El escepticismo es una corriente filosófica de origen griego que expresa la duda como un método de conocimiento. Y yo creo que es inadmisible que un investigador no sea escéptico. Yo he vivido varias experiencias que no he podido explicar, por eso sigo manteniendo la duda de que todo sea explicable, y por eso continuo buscando. Dar literalmente la vuelta al mundo solo fue el principio. Las respuestas, estaban mucho mas cerca.
-Sé que tuvo una experiencia en Malawi relacionada con un “monstruo blanco”. En su opinión, ¿existen los monstruos criptozoológicos?
Es puro sentido común. Cada año se descubren varias especies no catalogadas por los zoólogos. Varias docenas de tipos de insectos y peces, y hasta uno o dos tipos de mamíferos que antes eran desconocidos o, como en el caso del celacanto, o el bovino de Vietnam, que habían sido oficialmente extinguidos hace siglos. A esto tenemos que unir casos de malformaciones o anomalías genéticas, como el “monstruo de Malawi” que conseguí “cazar” con mi cámara fotográfica, y cuya imagen reproduzco. Se trataba de un enorme hipopótamo albino. Un extraño capricho de la naturaleza, como el gorila blanco “copito de nieve”. Estas experiencias nos hacen prestar mas atención a los relatos de los nativos, que no suelen mentir al describir las extrañas criaturas que pueden encontrarse en la selva. Cuando el rio suena…
-¿Qué opina de personajes como Sai Baba, el “santón” de la India?
-¿Qué opina de personajes como Sai Baba, el “santón” de la India?
Hasta ahora solo he podido visitar alguno de sus templos, solo he podido analizar en laboratorio alguna de sus supuestas materializaciones, como el vivuti o el amrita, y entrevistar a alguno de los supuestos resucitados por él, pero todavía no he tenido la oportunidad de analizar personalmente a Sai Baba, así que no tengo derecho a emitir una opinión, por ahora…
- Su conclusión entonces es que no existe nada sobrenatural en los misterios del pasado?
No exactamente. Yo puedo comprender que, por ejemplo Daniken, que vio la Gran Pirámide de Keops por primera vez cuando tenia 19 años, pensase que eso no podía construirlo el ser humano. Yo también lo pensé antes de colarme en las cámaras prohibidas. Pero después de convivir con los urus en el Titicaca (que se fabrican sus islas artificiales), o con los Imarhem en Mauritania (que cazan con los delfines), o con los nyaus en centroafrica (que tienen pinturas rupestres con coches modernos), llegue a la conclusión de que lo único que ocurre es que el hombre moderno ha perdido el motor que impulsaba a las grandes civilizaciones: su fe. Jesús decía que la fe movía montañas… pues si, montañas de piedras. Te pondré un ejemplo irrefutable. A pocos kilómetros de Madrid, Justo, un exmonje católico, ha contruído, el solo, una gigantesca catedral, solo con sus manos. Arquitectos de todo el mundo la visitan fascinados por ese prodigio. Justo se lo prometió a la virgen del Pilar y lo hizo… Imagina que podrían hacer 100.000 hombres con la fe de Justo…
-Viviendo siempre al límite, ¿no se crea una dependencia de adrenalina, de emociones fuertes?
Al contrario. Odio la violencia y todo lo que implica la adrenalina. Ya he experimentado todas las emociones que podría imaginar, y lo que busco es la tranquilidad y la reflexión. Solo así se puede tener perspectiva y procesar la información que he recopilado en tantos viajes. Esta es la forma de convertir la información en inteligencia, y sacar conclusiones lógicas. Claro que, para poder emitir esas conclusiones, primero hay que obtener la información de primera mano. Y mi experiencia me ha enseñado que las cosas interesantes, siempre están en los lugares prohibidos. Así que supongo que a veces hay que asumir algunos riesgos para llegar a la verdad. De lo contrario seria demasiado fácil ¿no?
Clara Tahoces
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