- Obtener enlace
- X
- Correo electrónico
- Otras aplicaciones
El Último libro de Manuel Carballal ¡¡YA A LA VENTA!!
- Obtener enlace
- X
- Correo electrónico
- Otras aplicaciones
A los seguidores de Castaneda tampoco les cuesta reconocer referencias a sus libros en la serie Twin Peaks de David Lynch. La revista Rolling Stones llegó a concluir que el personaje central, el Agente Cooper, “habla como Castaneda”. Por todo ello, y por la cercanía –no solo geográfica- de Carlos Castaneda con la industria del cine, no es extraño que una de sus “hijas” supuestamente venida desde otra dimensión, Tycho Thal, alias el “explorador naranja”, terminase participando como extra en algunas películas de Hollywood y en algunas obras de teatro en Los Ángeles. Así que todos nosotros hemos visto su rostro en alguna ocasión, aunque nadie fuese consciente de que aquella joven que se asomaba a nuestras pantallas era la supuesta hija de Castaneda y Florinda Donner…
Pero la influencia de Castaneda no se limitó a los directores más influyente de Hollywood, sino que se extendió por el continente y terminó atravesando el océano para “infectar” a los realizadores más influyentes del cine latinoamericano, europeo, ruso, etc.
En su obra autobiográfica “Psicomagia”, el director chileno Alejandro Jodorowsky relata sus experiencias con la curandera mexicana Pachita y su encuentro personal con Carlos Castaneda en México. Ambos se sintieron mutuamente fascinados. El escritor conocía las películas de Jodorowsky, especialmente El Topo y La montaña sagrada, y el director conocía la obra de Castaneda, que después intentaría llevar al cine. Aún lo intenta.
También el críptico y enigmático director soviético Andrei Tarkovsky impregnó sus películas con el espíritu castadeniano. Hasta el punto que su film Stalker (1979) es, según los seguidores de Castaneda, la primera película dedicada a los “acechadores” de la historia del cine. En los diarios redactados por Tarkovsky entre película y película, encontramos referencias concretas a Carlos Castaneda y a don Juan. Por ejemplo en las anotaciones del 9 de junio de 1980: “No es extraño que a menudo me viene a la mente Castaneda con su don Juan…”. Algunos de sus colaboradores más cercanos, como Layla Alexander Garret, recuerdan en sus memorias la fascinación del director ruso por el escritor:
“Me enseñó a mirar y escuchar el mundo que me rodea de forma diferente. Como el don Juan de Castañeda, de quien siempre hablaba con gran reverencia…”.
“Me enseñó a mirar y escuchar el mundo que me rodea de forma diferente. Como el don Juan de Castañeda, de quien siempre hablaba con gran reverencia…”.
Pero si hay un director europeo que cayó rendidamente fascinado por Castaneda -y sobre todo por una de sus brujas: Florinda Donner-, fue el italiano Federico Fellini. Fellini puso todo su empeño en convencer a Castaneda para llevar al cine su obra, y estuvo a punto de conseguirlo. El proyecto se llamó “Viaje a Tulun”, en una evidente referencia a “Viaje a Ixtlán”, tercer libro de Castaneda y base de su tesis doctoral:
“Hace ya bastante tiempo que tenía la idea de hacer una película a partir de los relatos de Carlos Castaneda –declaró Fellini al reportero C. Lázaro-. Durante dos años intenté entrar en contacto con él: fue totalmente imposible, y eso volvió aún más excitante esa hipótesis de película. Me parecía que este hombre no existía realmente. Los amigos norteamericanos que yo había lanzado en su búsqueda, como el director de la editorial Simon & Schuster —que publicó todo el ciclo de Castaneda en los Estados Unidos— o su agente literario, Ned Brown, me daban noticias muy contradictorias sobre él y eso volvía al personaje aún más fascinante y misterioso que los de sus libros…”.
“Hace ya bastante tiempo que tenía la idea de hacer una película a partir de los relatos de Carlos Castaneda –declaró Fellini al reportero C. Lázaro-. Durante dos años intenté entrar en contacto con él: fue totalmente imposible, y eso volvió aún más excitante esa hipótesis de película. Me parecía que este hombre no existía realmente. Los amigos norteamericanos que yo había lanzado en su búsqueda, como el director de la editorial Simon & Schuster —que publicó todo el ciclo de Castaneda en los Estados Unidos— o su agente literario, Ned Brown, me daban noticias muy contradictorias sobre él y eso volvía al personaje aún más fascinante y misterioso que los de sus libros…”.
Fellini se obsesionó con Castaneda. Los buscó durante quince años, y al final fue Castaneda quien se puso en contacto con el director italiano en Roma, justo mientras Fellini rodaba su clásico Ginger y Fred. Siguiendo las indicaciones de Castaneda, Fellini llegó a viajar a EEUU y México para ultimar los preparativos de “Viaje a Tulun”, que finalmente nunca llegó a rodarse. Sin embargo el consagrado dibujante Milo Menara lo convirtió en un cómic de culto, tan psicodélico y bizarro como las alucinaciones de peyote que conozco por propia experiencia.
En 1994 –año en el que Castaneda se reúne en Madrid con varios personajes del cine y la TV, incluyendo algún conocido actor español al que después me referiré- Alejandro Jodorowsky anunció que había retomado el proyecto de Fellini y Menara para llevar finalmente “Viaje a Tulun” al cine, y cuyo inicio de rodaje era inminente. Pero a fecha de hoy la película no ha llegado a materializarse.
Fragmento del libro
"La Vida Secreta de Carlos Castaneda"
"La Vida Secreta de Carlos Castaneda"
Pincha abajo si deseas adquirir este libro:
- Obtener enlace
- X
- Correo electrónico
- Otras aplicaciones
Comentarios
Publicar un comentario