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En el verano de 1996 los OVNIs frecuentaron los cielos españoles. La ya legendaria oleada gallega estaba a punto de desatarse, y la Bahía de Cádiz, enclave OVNI por excelencia, continuaba ofreciéndonos nutrida casuística. En toda la provincia gaditana quien esto escribe pudo recoger abundantes testimonios sobre No Identificados. Algunos, como el protagonizado por el agente de policía Roque Vázquez Domínguez y tres compañeros más mientras se encontraban en sendas patrullas, especialmente interesantes. Una nave triangular, lo de nave sin lugar a dudas, se desplazaba a solo 60 metros del suelo perdiéndose en dirección a la costa africana...
Lo que no sabían el agente Vázquez y sus compañeros es que ese misterioso objeto, o uno idéntico, se estrellaría a 10 km. de la población gaditana de Barbate, ante un nutrido grupo de testigos. De hecho el OVNI se estrelló exactamente en una zona llamada Caños de Meca, y mas concretamente en el lugar de San Ambrosio. Y allí pude entrevistar a numerosos testigos no solo del impacto del objeto, sino de la presencia, una vez más, de tropas norteamericanas, de la Base de Rota, que recogieron hasta el ultimo vestigio del artefacto.
Juan Rivera Domínguez, Francisco López y su hijo, Gaspar Amaya, etc. Sería muy largo detallar todos los testimonios que recogí de este nuevo Roswell español. Esta vez no cabía lugar a dudas. El objeto estrellado en Barbate era un avión espía norteamericano que, ilegalmente, surcaba el cielo español. Y más ilegalmente aún, fue recogido por tropas norteamericanas sin permiso del gobierno.
Según me explicaría posteriormente el diputado de Izquierda Unida, Willy Meier, al reunirme con él en el Despacho nº 18 del Congreso de los Diputados, en Madrid, su partido dirigió una interpelación parlamentaria al gobierno para exigir que se explicase como era posible que tropas extranjeras recogiesen restos de aeronaves no identificadas en suelo español, sin el conocimiento de las autoridades. Según consta en el Boletín del Congreso del 13 de agosto de 1998, y en respuesta a la pregunta de Meier, el Ministerio de Defensa afirma:
“Efectuadas las averiguaciones oportunas por los órganos competentes en la actividad aérea en la zona de referencia, lo que incluye al Servicio de Operaciones de la U.S. Navy en la Base Naval de Rota, el Ministerio de Defensa no ha encontrado ninguna constancia relativa a este incidente”.
Ya se sabe que las historias de OVNIs son tonterías sin credibilidad.
Pero esta vez, y a diferencia de los otros casos, no sólo teníamos el testimonio de los ciudadanos que presenciaron las evoluciones del “OVNI”, y las tropas que recogían los restos, sino que, por primera vez, un vecino había podido tomar 10 fotografías en las que se apreciaban los restos de aquel “extraño objeto triangular”, ya identificado como un avión espía no tripulado del tipo RPV, e incluso a los militares de la Base de Rota y hasta dos imponentes enormes helicópteros CH-46 recogiendo los restos. Entre las fotos, de incalculable valor, se distinguen con todo detalle piezas del avión espía, como su cámara de vídeo.
Ante esta nueva evidencia, presentada por Izquierda Unida en una réplica a la respuesta de Defensa, y según consta en el diario de sesiones de la comparecencia celebrada el 12 de mayo de 1999 en el Congreso de los Diputados, el Secretario de Estado de la Defensa reconoce que, como evidencian las fotos aportadas por Meier, efectivamente un avión espía del tipo RPV se estrelló en San Ambrosio, y fue recogido por efectivos militares de la Base de Rota. Una vez más, y pese a los intentos de Defensa y del MEO, los testigos no mentían.
Como me había explicado el ex Coronel Perote, otros funcionarios del CESID y otros servicios secretos, tras los OVNIs se ocultan muchas cosas, y por eso es importante desacreditar a los testigos y a los investigadores. Incluso entregándoles documentos falsos que desacreditasen sus investigaciones sobre casos reales, pero políticamente tan incómodos como estos.
Si todas estas maniobras de intoxicación y mentiras oficiales, ahora innegables, se desarrollan para ocultar aviones espía extranjeros, maniobras militares ilegales y hasta prototipos no convencionales… ¿Qué ocurriría se tras alguno de esos OVNIs se escondiesen algo más…?
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